Breve biografía de Cero26

Como Servidor está de nuevo en paro y Antonio me asigna tareas para tenerme entretenido hasta que me llame a filas para sabe dios qué nueva misión comercial, tendré más tiempo para atender las necesidades de este blog que tanto éxito está teniendo (http://www.youtube.com/watch?v=1WWwkIXHRMY&playnext=1&list=PL5830B6948F3D262B). De momento, aquí os dejo el último encargo que me ha hecho el Glenn Danzig de San Diego, Vocecita de Conil, que no es otra cosa que una brevísima y modesta biografía de vuestra banda de rock cortijero favorita. Si creéis, oh lectores y lectoras, que falta, sobra o huele algo, manifestaos, que ya sabéis que soy un seguidor entusiasta de las dinámicas de grupo y del sionismo digital. Ah, se me olvidaba, vamos a abrir una cuenta para que todo aquel que quiera ingrese dinero. La cuenta estará a mi nombre (Servidor De Ustedes), y no le digáis nada al resto de Cero26, que es una sorpresa. Recibid un cordial saludo.


La biografía de Cero26

Cero26 es una banda de rock de Sevilla formada en 2010 y compuesta por Antonio Guerrero (vocalista), Francisco Palomo (guitarra), Jesús Arenas (batería) y los hermanos Fernando y Alberto Barrio (guitarra y bajo, respectivamente). A pesar de que cada uno de ellos proviene de escenas y estilos tan dispares que van desde el hardcore punk más bragado al pop rock, la comparsa o el heavy de cuero y tacones, han logrado convenir que lo mejor es llevarse bien y que, por el momento, lo que más les entretiene es escribir e interpretar, allá donde se lo permitan, canciones de rock en castellano para todos los públicos, edades y estratos socioeconómicos. Aquellos que han podido verlos en vivo (suelen pulular por Sevilla ciudad y alrededores, aunque son gente inquieta y les gusta viajar) destacan la inmediatez suicida de sus directos y la desvergüenza de algunos de sus componentes, a los que no les importa restregar el lomo por el suelo del escenario o tocar en pijama, si bien su catálogo de exabruptos es muy variado y se preocupan de ir actualizándolo periódicamente. En Noviembre de 2010 grabaron su primer EP "Problemas mentales" de cinco canciones con las que pretenden revolucionar la industria farmacéutica y que nos deshagamos de todos nuestros diazepanes y tranxiliums para sustituirlos por la rockerterapia de choque. Curiosamente, y aunque este trabajo sólo se distribuye a través de la venta de ciclo corto (puerta fría y chantaje emocional, principalmente) y por internet (son unos sindergüenzas), es posible que podáis encontrar a alguno de los componentes del grupo en grandes superficies y centros comerciales de Andalucía Occidental, aunque tampoco le hacen asco a los bares. Las demandas que Bayer y Pfizer han interpuesto contra ellos por intrusismo profesional y competencia desleal no han logrado detener su creatividad y, endeudados por las costas legales y a punto de ser expulsados de su local de ensayo por morosidad reincidente y alevosa, actualmente se encuentran preparando un nuevo trabajo del que todavía nada se sabe, una situación que Jesús "The Mummy", batería de la banda, describe perfectamente: "¡¿Pero esto qué es?!". 



Posdata: no os olvidéis de ingresar el dinero.

Gracias por leer

Extreme Ways (La energía de la masa)

Buenas noches. A la retahíla de sandeces de la entrada anterior podéis añadir una más, y quitarle otra (esta vez no he merodeado por el parking del casino):

-Cristo, tío -dijo-. ¡Es maravilloso volver a verte!

-Hola, Joe...

-"La energía de la masa".

-No estás puntuando bien.

-¿Cómo que no?, si estoy fijándome en una novela de Sánchez Ferlosio.

-Pssss, ese tío lo mejor que tiene es que es amigo de Tomás Pollán, el último filósofo de Occidente, y poco más.

-"Hombre..." -(¡eh, eh!)-, dijo el narrador.

-Joe, a ver, que como experimento está bien, tratar de confundir al lector, con comillas y guiones, y remedando a Servidor, que es el que escribe y el que narra y da la tabarra, pero que así no nos entendemos. ¿Qué es eso de la energía de la masa? -dije yo.

-Joé.

     ¿Quién ha dicho eso?

Joe: "Creo que no estamos solos".

-Mira, mejor me sirvo yo.

     El protagonista, que no tiene por qué ser Servidor, coge un libro de color azul que hay sobre la mesa. Tiene aproximadamente 220 páginas.

-Joe...

-Sí.

-¿Hay más como éste?

-Por lo menos dos, Servidor.

-Pero... ¿es real?

-Nos falta una cámara, y la energía de la masa -le arrebató el libro de las manos y hundió la nariz entre sus páginas.

-Está bien, en el próximo briefing con Fernando se lo proponemos e intentamos rodarlo, pero ahora abre esa puta botella de vino y dale a esto:

http://www.youtube.com/watch?v=zXVVVVbO8Ak

-¡Qué cabrón!

     Esta vez el narrador, ausente en todo momento, no se perdió de camino a casa porque en otra historia que se le ocurrió mientras conducía llevaba en la guantera del coche un libro azul de 220 páginas con ilustraciones que recordaban a las de El Principito.

Y para que vean que no miento y que en ocasiones los caminos son extremos y las ballenas blancas, les dejo aquí un código EAN con el fin de que ustedes, si les place, lo gugleen: 9788493282103.


Y para que vean que a los tartamudos nos preocupa de manera muy especial la coherencia narrativa, también les dejo este enlace:


http://www.youtube.com/watch?v=I8SQ1EtCL8Q


     Las cosas son producto. De la imaginación.




Gracias por leer

Cosas entretenidas

Hay cosas de internet que me parecen la mar de entretenidas, además del pleno acceso a una cantidad absolutamente bestial de contenidos audiovisuales que ni Aristóteles en cuatro vidas podría procesar de una forma medianamente cabal. Una de esas cosas entretenidas es la multiestratificación (vale, esa palabra no existe) de los procesos comunicativos. Os pongo un ejemplo brevísimo, sucinto, corto, directo y no lineal: trabajo en un sitio físico, no os diré cuál. He llamado a un amigo vía red GSM, que vive cerca de donde trabajo, y que trabaja cerca de donde vive, a su vez. A las nueve, después de haber vendido por VPR una UE40C6000 inexistente porque, Antonio, no hay mercancía, repito, no hay mercancía, he salido de trabajar, me he montado en mi coche y a través de la frecuencia modulada he escuchado distraídamente el previo de un partido de la Copa del Rey. Un minuto después estaba en la puerta del trabajo de mi amigo, un edificio de oficinas que está al lado del casino de Tomares, y me he fumado un cigarro con el portero, simpático pero algo cansino, mientras esperaba a que Ángel terminase de hacer sus cosas de periodista de sadreiuqzi (léase de derecha a izquierda, como El Mundo) que luego salen en papel. Como él no fuma, rápidamente lo he llevado en mi coche al suyo, y él a mí a su casa porque yo me pierdo siempre. Allí hemos cenado con Ana, cerveza, vinito, y he descubierto más acerca de Arcadi Espada, y de redes sociales que sirven para buscar curro (genial, porque en Infojobs ya gestionan mis inscripciones en las ofertas de empleo como spam). Nos hemos reído, y al final nos ha entrado la soñarrera, y me he bajado para Sevilla. Me he perdido, aunque he acabado llegando a casa, que es exactamente donde me encuentro ahora. Me he metido en facebook, y he posteado (¿se dice así?) uno de los Telediarios de Arcadi Espada. Como me he acordado de mi amigo, y tenía ganas de leerlo, he saltado a su blog (http://estonoesperiodismo.es/), y es que a mí antes de dormir me gusta leer cosas entretenidas; pues resulta que en su última entrada habla precisamente de esto: http://cero26.blogspot.com/. Un dédalo de canales, ondas, receptores, transmisores, palabras y emociones... acaban convergiendo de una manera tan mágica que me entran ganas de liarme a dentelladas con los cimientos del azar y abrazar un monismo a lo Spinoza. Las palabras, las ideas, la amistad y las personas, como podéis comprobar, han tenido un viaje 5 horas, en coche, en papel, en ondas de radio, a través de fibra óptica, de la atmósfera terrestre, de pantallas de LCD, de gargantas, de direcciones IP, servidores, de mohínes y silencios, y tras semejante tribulación han amarrado en dos sitios que prácticamente son el mismo. 

Ángel y Ana ya tienen sendos discos de Cero26. 

Cosas entretenidas.

Gracias por leer

Jeannette

Y, entonces, como no teníamos mucho más de qué hablar, Jeannette me preguntó: "¿Cómo se compone una canción?"

-No sé, supongo que sale y ya está -le dije. No quedó conforme:

-Quiero decir -continuó-, ¿se hace antes la música o la letra?

     Le dio un sorbo diminuto a su Aquarius, mirándome atentamente mientras yo me rascaba la aleta izquierda de la nariz.

-Pues depende -chas chas, y enciendo un cigarro-, normalmente yo hago primero la música, aunque en muchas ocasiones también he empezado a trabajar sobre un texto, ya sea mío o de otra persona. Es muy entretenido, por ejemplo, elegir un poema que te guste y tratar de encajarlo en alguna estructura musical que te parezca adecuada para la métrica y el tono del texto, y poquito a poco, ladrillo a ladrillo, cuerda a nota y traste a dedo vas levantando una casita donde puedan vivir las letras.

-¡Pero qué poeta eres, Servidor! -y los labios tersos y los ojos brillantes, mientras reía-, lo dices como si fuera fácil...

-Lo es -dije, y mis palabras se colaron como una flecha a través de un aro de humo.

-Pero hombre, para componer la música de una canción habrá que estudiar, o que alguien te enseñe, no sé, cualquiera no puede hacerlo, vamos digo yo. Oye, ¿en este bar se puede fumar?

     No se podía.

-Todo depende de a lo que llamemos componer. Yo hago canciones de métrica pop, es decir, música popular, para la que no hace falta saber solfeo, ni tener ninguna habilidad especial, ta sólo haber escuchado mucha música y, quizás, tener algo de intuición inductiva, esto es, ser capaz de sacar de los ejemplo prácticos una determinada regla que se cumpla siempre, o al menos en la mayoría de los casos, hacerla tuya y comenzar a divertirte y a trabajar con ella. El único requisito es que te apetezca hacerlo y que disfrutes con ello.

-Supongo, -se inclinó hacia mí- pero de todas formas no creo que sea tan fácil como dices. Hay que tener imaginación, algo que contar -sus codos: clavados en la mesa. Sus ojos-. ¿Tú qué tienes que contar, Servidor?

     Un silencio implacable se apoderó de todo el bar.

     Lejos, muy lejos, alguien compraba un bajo eléctrico para su hermano en un Cash Converters.


Gracias por leer

El blog de Cero26

¿Por qué? No lo sé; hay quien dice que lo de que el grupo tenga un blog es en aras de una mayor visibilidad cuando se guglea el nombre de la banda. ¿Para qué? Qué se yo; en mi caso, debo decir que cada vez que he desarrollado un blog ha sido por puro exhibicionismo y onanismo intelectual. ¿Quién? Nosotros; y cuando digo nosotros no nos referimos únicamente a los cinco tunantes de la bahía que conformamos el grupo (Antonio, Jesús, Fernando, Paco y Servidor), sino también a Sergio (manager, mecenas, guardaespaldas, productor ejecutivo y troubleshooter), Macarena, Antonio Martín, David Gustafo, los martinetes, Lucía Di Candia, Lucía Guerrero, Pedro, Rafa Coll y todos aquellos que han estado desde el principio con nosotros a partir un piñón, viniendo a los shows, aguantando borracheras extemporáneas y, en definitiva, brindándonos siempre un apoyo sin el cual hace ya mucho tiempo que este proyecto se hubiese venido abajo como un castillo de naipes. ¿Dónde? Aquí, en Internet, esa cosa medio mágica y medio soez. ¿Cómo? Ni idea, soy un analfabeto digital, mero gregario que se limita a hacer lo que le indican. ¿Qué ocurrirá de ahora en adelante? Dejaremos que el ficcionismo haga su trabajo, porque ya sabéis:

"Imaginar la realidad es inventártela tú mismo"

Gracias por leer. Salud y coros con vocales abiertas (O A E O)