Cosas entretenidas

Hay cosas de internet que me parecen la mar de entretenidas, además del pleno acceso a una cantidad absolutamente bestial de contenidos audiovisuales que ni Aristóteles en cuatro vidas podría procesar de una forma medianamente cabal. Una de esas cosas entretenidas es la multiestratificación (vale, esa palabra no existe) de los procesos comunicativos. Os pongo un ejemplo brevísimo, sucinto, corto, directo y no lineal: trabajo en un sitio físico, no os diré cuál. He llamado a un amigo vía red GSM, que vive cerca de donde trabajo, y que trabaja cerca de donde vive, a su vez. A las nueve, después de haber vendido por VPR una UE40C6000 inexistente porque, Antonio, no hay mercancía, repito, no hay mercancía, he salido de trabajar, me he montado en mi coche y a través de la frecuencia modulada he escuchado distraídamente el previo de un partido de la Copa del Rey. Un minuto después estaba en la puerta del trabajo de mi amigo, un edificio de oficinas que está al lado del casino de Tomares, y me he fumado un cigarro con el portero, simpático pero algo cansino, mientras esperaba a que Ángel terminase de hacer sus cosas de periodista de sadreiuqzi (léase de derecha a izquierda, como El Mundo) que luego salen en papel. Como él no fuma, rápidamente lo he llevado en mi coche al suyo, y él a mí a su casa porque yo me pierdo siempre. Allí hemos cenado con Ana, cerveza, vinito, y he descubierto más acerca de Arcadi Espada, y de redes sociales que sirven para buscar curro (genial, porque en Infojobs ya gestionan mis inscripciones en las ofertas de empleo como spam). Nos hemos reído, y al final nos ha entrado la soñarrera, y me he bajado para Sevilla. Me he perdido, aunque he acabado llegando a casa, que es exactamente donde me encuentro ahora. Me he metido en facebook, y he posteado (¿se dice así?) uno de los Telediarios de Arcadi Espada. Como me he acordado de mi amigo, y tenía ganas de leerlo, he saltado a su blog (http://estonoesperiodismo.es/), y es que a mí antes de dormir me gusta leer cosas entretenidas; pues resulta que en su última entrada habla precisamente de esto: http://cero26.blogspot.com/. Un dédalo de canales, ondas, receptores, transmisores, palabras y emociones... acaban convergiendo de una manera tan mágica que me entran ganas de liarme a dentelladas con los cimientos del azar y abrazar un monismo a lo Spinoza. Las palabras, las ideas, la amistad y las personas, como podéis comprobar, han tenido un viaje 5 horas, en coche, en papel, en ondas de radio, a través de fibra óptica, de la atmósfera terrestre, de pantallas de LCD, de gargantas, de direcciones IP, servidores, de mohínes y silencios, y tras semejante tribulación han amarrado en dos sitios que prácticamente son el mismo. 

Ángel y Ana ya tienen sendos discos de Cero26. 

Cosas entretenidas.

Gracias por leer